domingo, 17 de abril de 2011

Taller de Formación

Taller de Formación

En tiempos de desafíos la Juventud esta De Frente

Somos lo que hacemos para cambiar lo que somos

“A los jóvenes les digo sean transgresores, opinen, la juventud tiene que ser un punto de inflexión del nuevo tiempo”. Néstor Kirchner

El mazazo terrible de la dictadura que persiguió, torturó, asesinó y desapareció a miles y miles de argentinos y argentinas que sufrió el campo popular, con millones de exiliados, pareció derrotar al pueblo. Luego vendría la aplanadora neoliberal que aplastaría fuertemente imponiendo el pensamiento único y mandaría al ostracismo cultural a todos las luchadoras y luchadores del campo popular. La falta de definición y compromiso del radicalismo dio por tierra con la esperanza de la democracia. La traición del menemismo que se erigía como el retorno de Facundo Quiroga y la revolución productiva dejaría sin aliento a las organizaciones populares. Parecía que ya no había lugar para las políticas del pueblo y estábamos condenados al colonialismo y dependencia.

Millones de compañeros desocupados. Miles de niños morían de hambre por año. La globalización cultural traía una clara matriz imperial. Todo se evaluó según la libre competencia del mercado. Los abuelos y abuelas sin sus ahorros que estaban en las fauces de las corporaciones financieras.

Llegó De la Rúa que colocó al mismo ministro de economía que la rata. El caballo del FMI, el BM y las corporaciones financieras que profundizó las políticas de ajuste y dependencia nacional.

Pero el pueblo -lejos de estar vencido- volvió a levantar sus banderas de dignidad, independencia, justicia y libertad. Recuperando el aliento en el año 2001, se gestó una pueblada que repercutió en el devenir de la historia argentina. Este suceso es el desencadenamiento de diferentes procesos que venían dándose por las injusticias sufridas. Las políticas de ajuste, represión y olvido son contrarrestadas por distintas organizaciones que se fue dando el pueblo para superar al neoliberalismo. Así, las organizaciones de desocupados, de género, colectivos culturales, agrupaciones juveniles, entre otras, fueron gestando la irrupción del pueblo, actor esencial de la vida democrática.

A partir de finales del 2001, este proceso se incrementó y profundizó. Con la renuncia del Presidente de la Nación a quien le suceden cinco presidentes en sólo una semana, muestra clara de la debilidad institucional. Los sectores conservadores responden con más represión. En el año 2002 cayeron muertos Kosteki y Santillan, víctimas de las balas asesinas de la policía federal. Hay represión en todos los barrios. Ante la insistencia del Pueblo y la radicalización de la protesta social se acortó el mandato al senador devenido en presidente. Se llamó a elecciones y el 25 de mayo de 2003 fue electo un nuevo presidente. Néstor Kirchner estaría a la altura de la historia y respondería al mandato del pueblo.

En el año 2003 hay un punto de inflexión. Desde el Estado se reconocen los reclamos sociales, se renueva la Corte Suprema de Justicia, se implementa una fuerte política de derechos humanos, se descabeza el Ejército, no se reprime la protesta, la anulación de las leyes de impunidad, el juicio a los genocidas, la política exterior orientada en primer lugar hacia los países latinoamericanos, fin de las AFJP incorporando a 3 millones de jubilados, Asignación Universal por hijo que llega a casi 4 millones de hijos de la patria y a más de 1,5 millones de hogares, el plan Argentina Trabaja que contiene a más de 100 mil cooperativistas, quita histórica de la deuda externa de más del 70 %, nacionalización de Aerolíneas Argentinas, el Agua, el correo entre otras, son sólo algunas de las acciones del Gobierno Nacional reclamadas largamente por el pueblo argentino.

Las organizaciones de los trabajadores comienzan a ganar terreno. Conquistan las paritarias y vuelven a tener un rol protagónico en el qué hacer nacional. Se generan más de cinco millones de puestos de trabajo.

Han pasado 8 años de luchas y conquistas sociales, de avances y retrocesos. Hoy los movimientos sociales y políticos, de género, desocupados, pueblos originarios, trabajadores ocupados y desocupados, estudiantes, artistas, intelectuales, villeros, cartoneros, la juventud, las organizaciones del Pueblo todo, están dando la pelea por la segunda y definitiva independencia.

En estos tiempos que corren donde los vientos de cambio nos golpean y obligan a tomar posición hemos decido reafirmar nuestra identidad y vocación transformadora. Por eso creemos que, frente a los desafíos históricos que reclaman ser abordados por la militancia popular, tenemos que estar preparados -de la mejor forma- para poder dar las mejores soluciones y no repetir los mismos errores del pasado. Así nace este taller de formación al cual venimos a compartir el saber de nuestras luchas y lecturas para enriquecer nuestro saber colectivo y vencer en esta contienda de liberación nacional que hemos decidido pelear.